Luces blancas que no sienten,
nos dan luz y les llega la muerte.
Trapos sucios en una cesta
envenenados serán en cólera
por un haber caído en tierra.
Animales indefensos que corretean
serán destrozados
por armas de pasadas guerras.
Inhóspito mundo éste
para aquel que no sea humano,
pues ya pocos enemigos tiene
a expensas de ese carnicero
en el que él mismo se ha convertido.
Niños mimados por una vida fácil
destruyen cosas más valiosas que ellos mismos,
y es que si este planeta ya no respira
es por tener los pulmones encogidos
ante el asombro de la barbarie
que algunos somos capaces de cometer
con el único objetivo de divertirnos.
Podrido ser viviente
al que tenemos que llamar persona,
¿Crees que este mundo que da vueltas,
lo hace por que tú lo obligas?,
¿Qué no has caído en un agujero negro
por la simple ilusión
de que llevas alas de un ángel negro?.
Llora en tu desesperación
porque nunca llegarás
a controlar el universo.
Y es que yo no te haré daño
pues no merece la pena
el convertirse en algo parecido a ti,
pero lo que si te puedo asegurar
es que sufrirás un eterno castigo
abrasándote al ritmo y calor de una caldera,
que los otros como tú han encendido
para ir viendo como sus propios congéneres
llegan, gritan y patalean
al quemárseles las entrañas
en esa suya casa
fruto del dulce sabor que me llega
al pensar que arderás para siempre
en el ingenioso alarde de tu condena.