Importancia caída desde mi cielo,
Se adhiere en ámbitos de mi ser.
Sobre deseo del saber de tal índole
Cualquiera se confunde elaborando su quehacer.
No llora el más apartado en esta villa,
No ríe el más poderoso del pueblo,
Aquí nadie sabe, aquí nadie siente.
Pues si rechazas o eliges,
Solamente hay un peligro,
Tu vida escoge fielmente su sino,
Tu mente se ablanda al son de tus pasos,
Tu verdadera conciencia es vago recuerdo de un hoy ya pasado.

Oídos sordos a las luces que pueden orientarnos,
Ojos ignorantes por no mirar a su espalda,
Corazón vulnerable por sobresaltarse al intentar despertarnos.
Cada uno elabora su escalera,
Y con ella comienza un ascenso,
Unos la usan para subir pisos,
Mientras que otros para bajarlos,
La eterna pregunta sería:
¿Se romperá algún peldaño?.
Entre días y noches pasan vidas,
Cada una de ellas tan grandiosa y breve,
Y uno que cree ser importante,
En verdad, ni lo es ni lo parece,
Y uno que cree ser tan pequeño,
Que se crece al verse en un espejo.

En una fuga de estaciones y años,
Quizás surja diariamente
Lo más grandioso sin ser apreciado,
Lo más increíble, sin ser valorado.
Y es que es necesaria una escalera,
Para poder bajar y subir de piso,
Pero más necesarios son los pies
Para un poder apoyarnos,
Más necesario es nuestro saber
Para colocar esos peldaños,
Más importante es la vida
Entre el latir y el saberse animado.

Y es que desde la confusión de creer en verdades y engaños,
Es sólo la infructuosidad lo que domina el acto,
Tanto múltiple sueño que nos confunde cual falsedad.
Vida enfermiza que se engrandece en su ignorancia,
Y se alimenta de la temerosidad de las demás almas,
Sólo quiero sonrisas,
Sólo anhelo salidas,
Sólo quiero vida en apariencia infructuosa,
Sentir ese tiempo que enturbia sentimientos,
Más sólo quiero vida,
Simple vida.