El despertar de una mañana,
el amanecer de una mirada,
late un nuevo día en la villa,
fluye sangre por esas calles de melancolía.
Un ser tan corto pero tan intenso,
un amor tan pasajero pero tan bello,
sobra el decir si quiero,
amanece de nuevo que no es poco,
para mi pasajera pero alegre vida.

El color de una sonrisa,
el sabor de la esencia que se respira,
motivos nunca son pocos,
para querer anhelarte, amarte princesa mía.
No bajar la mirada ante algo tan sincero,
un querer tan doloroso pero tan tierno,
sobra el decir ven mi cielo,
no dejes alegría que ya de por si es poca,
no dejes semilla donde puede haber otra.

El olor de una caricia,
el tacto de una rosa que suspira,
pon tu mano en mi pecho y siente,
recuerdos y te quieros de una pasada ironía.
Un anhelar tan etéreo pero concreto,
un escribir tan rápido pero profundo,
de más decir que no miento,
pues mis venas llenas están
de esa eterna y dulce poesía,
Oh si! así es mi vida, vida mía.