Vivo sin saber quien soy,
es la tortura del pensamiento,
lloro por un alcanzar soñado
sin saber que es lo que siento.

Cayendo en la soledad
maldigo mi desgracia,
ni veo, ni sueño, ni vivo,
ruin destino que espera
en las puertas de mi conciencia.

Sólo en las calles del paraíso
lloro y deambulo sin poder pasar,
qué mal me hace eterna espera
rebuscando en las cenizas de mi ser,
pues me he quedado sin alma gemela
anhelando aquel bello amanecer.

Si de amor yo bebiera
tu cuerpo, mi copa
tu alma, mi sed que yaciera.

Si de amor yo bebiera
sonrisas y mimos, canciones de olvido
todas juntas guardadas ellas fueran.

Pequeño narciso de pétalos indecisos
amarte si pudiera mi dicha fuera
tenerte solo un anhelo, besarte mi eterno sueño
ay narciso, crece en mis adentros, vive y hazme eterno
que al final de ésta, mi historia y leyenda
pueda recordar por un segundo
que tu esencia fue mi esencia
tu marchitar mi vida eterna.