Para qué escribir tantas cosas
si realmente yo creo entender mis sentimientos,
quizás sea porque prefiero aflorarlos
y transmitirlos mediante un bolígrafo o un lápiz,
para poder dejarlos grabados
aunque sea en simples papeles viejos
antes de que este rápido mundo
me quité la dicha de revivir mis anhelos.
Quizás todo sea en vano,
pero eso a mi no me importa,
si para ser feliz en este mundo
sólo me basta con escribir y sentir,
escribo y vivo sobre este papel
que me hace inmortal sin haberlo pedido,
y dejo que mi corazón lata en él
para que bombee sangre y palabras,
todas ellas entremezcladas
y enredadas con mis sentimientos
de lo que ya tengo vivido.
Siente la magia que nos da el pensamiento,
que a pesar de los años de distancia y de cuerpo
empiezas a adentrar en mis recuerdos
y te encuentras contigo mismo en esencia
si quitas los detalles sin importancia del tiempo.
Allá vamos querido aprendiz,
tú y yo tenemos un amplio horizonte,
y de la voluntad de los dos
depende la luz que sobre este campo vierte,
ese mágico y misterioso sol
que nos señala un sinuoso camino,
que se adentra en ese maravilloso universo
tan lleno de estrellas como de sentimientos
entre las bifurcaciones de los recuerdos de las personas
y de la confusión, por saberse haber nacido.