Ha comenzado otra era,
y con ella surge una estela,
brilla el todo de un eterno,
inundado por lágrimas,
de un verse ya nacido.
Crece en su ser por un vivir,
a través de un bosque de palabras,
acaricia lo que alcanza,
y respira sin miedo a perder nada,
pues la naturaleza lo protege,
lo mima, lo ama.
Gran burbuja de cristal que le envuelve,
duendes y hadas que otorgan su inocencia,
vida más vida es su esencia en el mundo,
sonrisas y alegrías tras tanto amor recibido.
Duerme tranquilo mi niño,
pues todo el universo te espera,
no te inquiete el respirar pausadamente,
ya que la espera podría ser eterna,
despierta suavemente de tu letargo,
y siente la magia que te rodea,
tras ese manto de nubes y agua,
vosteza o investiga si es lo que deseas.
Tienes al mundo paralizado con tu mirar,
son ecos de madre los que te envuelven,
disfruta mi niño de esa selva escondida,
que todos ya hemos perdido,
siente lo que es vivir,
en el mundo de un recién nacido.