(1)

Para que sea feliz Navidad
y entre calor en hielo,
Dios es Padre nuestro,
y su hijo, salvador eterno.

(2)

En una noche fría
aletargada por la oscuridad,
viviendo sin retorno
hacia quién sabe qué final.

Más esa luz que nos guía
es responsable de nuestra paz,
surgiendo de un sueño
por el bien de la humanidad.

(3)

El amor que brota de un corazón
y se extiende sin ton ni son,
es alegría, música y vida
que hace sonreír a los de alrededor.

Si tan sólo la mitad del mundo fuese,
con sólo un brote de ese candor,
cuántas vidas y almas se ganarían,
con ese querido resquicio de amor.

(4)

Mirad como florece la hiedra
y se apega al muro de la existencia,
ved si es sabia la naturaleza
que a cualquier ser da luz, vida y belleza.

Mirad como crece ese niño,
y aprende y quiere ser cristiano,
ved si es sabio nuestro Maestro,
que a cualquier niño da calor, esperanza
y amor desde antaño.

(5)

Como un oscurecer de estrella en alba,
nació y murió un poeta en llamas,
que sin ser color en nuestras miradas,
fundió nuestras almas en una llamada.

No dejemos ese canto,
sin un acariciarlo,
no olvidemos a ese niño,
que sufrió y murió por ese amarnos.

(6)

Marchito como un libro olvidado,
fue el nacer de ese canto,
que sin ser destino enjuiciado,
vivió y creció para ser nuestro llanto.

Fuera odio por amor alocado,
fuera guerra cobijo y manto,
pero ¿para qué todo ello?
sin ese amor que nos llamó en nuestro letargo.