Olvido

Calurosa era la noche,
calurosa era la mañana,
frío es el acero
y fría tu mirada.

Paseando despacio iba,
con miedo de mirarte a la cara,
enfadada estabas conmigo
yo no sabía lo que te pasaba.

Mirando al horizonte vi
una bellísima mariposa,
y a tu hombro fue a posar,
pero cuales fueron tus encantos
que al instante se dispuso a marchar.

Mientras te veía y no miraba
una lágrima se deslizó por tu cara
fui corriendo a secarla,
pero tú no me dejabas.

Me diste la espalda
y te fuiste corriendo
así allí me dejaste,
con dolor y sufrimiento.

Aquella lágrima me contagiaste
y todavía la tengo en mi cara
y no pararé de llamarte
hasta que vengas a secarla.

rancaru

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