La brisa que adormece,
el viento que te absorbe,
la ventisca de la noche,
y el huracán del derroche.
Hay viento para todos,
hay brisa en el mar,
para gustos y disgustos
el viento de aquí para allá.
Me dijeron que el viento es bueno,
me dijeron que el viento es malo,
me dijeron que él poder tenía,
y que con él a la gente hundía.
Ahora que escribo esto,
te digo a ti viento,
llévame adonde tú no llegues,
llévame más allá de la luz,
duérmeme entre tus ráfagas de aire,
llévame a mi ataúd.
Porque maldito eres, y maldito serás,
te llevaste a mi familia,
y también a mi hogar,
me dejaste sin nada,
tan sólo con una vaga esperanza,
pero después de tanto tiempo,
no consigo olvidar, no puedo contigo,
por eso, mátame, y déjame en paz.
Y lo digo desde este acantilado,
y lo digo desafiando al vacío,
porque dentro de poco,
me haré con él y seremos uno solo.
Y aquí al fin acabo,
ya todo ha terminado
voy a dar el salto
que me llevará a tu lado.